
Organizar un hogar no es sencillo, cada parte tiene unas obligaciones. El trabajo absorbe parte de nuestro día y llega a ser agotador.
Cada miembro de la familia puede tener un papel importante para los demás. Las mujeres de serie cargamos con muchas tareas que antes hacían nuestras antepasadas. Antes las mujeres llevaban la casa, porque la labor lo requería, todo lo que ahora hacen máquinas, antes se hacía a mano. Ahora cargamos como mulas, trabajamos, cuidamos a nuestras familias y además con las tareas domésticas. Eso es lo que yo viví en mi infancia, una madre que cocinaba, limpiaba, lavava la ropa etc etc. Los roles tan marcados, sin opción al intercambio, a la repartición natural de tareas no es justo, a mi me resulta del siglo pasado.
Nosotras mismas tenemos que romper esos patrones establecidos que siguen tan fuertes. Nosotras tenemos que poner valor a nuestro esfuerzo diario, quitar peso establecido. Las tareas del día a día no tienen género, no son nuestras.
El que sabe usar un móvil, también sabe poner una lavadora, no hay excusas que valgan.
¿Y como comenzar el cambio?
Tienes dos caminos:
1- Puedes quejarte de lo que te cuesta hacer todo lo que haces (no te digo que no lo hagas, estás en tu derecho)
2- Puedes sentarte y negociar la situación.
Ocurre constantemente algo que me molesta bastante, y es que muchos dicen que si que ayudan en casa.
¿Ayudan? ¿Pero de quien es el trabajo? ¿No eres parte del equipo?
El que ayuda no forma parte del equipo, no. Imagina un partido de futbol en el que hay un jugador que no juega, solo ayuda, suena incoherente no?
Si somos un equipo lo somos para todo, las mujeres no somos mulas que tiran y tiran. Haz equipo y vencerás, elige la segunda opción, quiérete y valórate.
Para empezar la negociación si esto de arriba te ha resonado, te dejo un planificador de tareas. Cada miembro participativo de la familia (los hijos también entran dentro) tiene que rellenar el suyo. Es una oportunidad para hablar, para poner en la mesa la realidad de lo que ocurre semana tras semana, porque lo que tenemos todos muy claro, es que las cosas no se hacen solas.
Reparte, quítate peso, deja que otro destienda, barra, quite el polvo.
Pequeñas acciones ganan grandes batallas.
Tus hijos aprenderán que todos podemos hacer cualquier cosa, no hay nada ni nadie que nos lo impida, eso, es lo mas valioso que tendrán para lanzarse a su propia aventura.
Feliz día de la mujer, nosotras somos el cambio.
Te dejo aquí el documento para que te lo descargues y lo imprimas. Espero que te sirva de herramienta para que tu hogar sea un lugar mas cómodo.
Alba, eres una genia! Yo tengo la suerte de tener una pareja que se encarga muy bien de la casa sin necesidad de que yo le pida ni le recuerde , no siento que me ayuda sino que las tareas se reparten por igual (incluso a veces él hace más que yo). Ayer sin ir más lejos para que yo pudiera hacer mi parón en favor del día de la mujer, cocinó, limpió y puso la lavadora. Yo no levanté ni un dedito, la verdad es que soy afortunada. Pero me encanta el apoyo que ofreces para aquellas que no tengan tanta suerte y tengan la necesidad de negociar para crear igualdad desde casa. Tenemos que hacer piña!!!